El Viaje del Coleccionista ¿Por qué coleccionamos?

En cine, estaréis hartos y hartas de escuchar la frase “El viaje del héroe” o “El camino del héroe”, pero en coleccionismo también se usa bastante.

Hace tiempo, hice un vídeo, desde mi humilde punto de vista y sin ser psicólogo, sobre el coleccionismo y cómo puede convertirse en una obsesión. El caso, es que al cabo de unos meses, recibí un comentario de un psicólogo (que además era coleccionista), el cual agradezco mucho, porque aportaba una serie de conceptos muy interesantes.

En el caso de esta entrada, me centraré más en el mundo de los videojuegos.

¿Por qué coleccionamos? Una pregunta con muchas respuestas

La pregunta de por qué coleccionamos, tiene una respuesta compleja. En muchos casos, comienza siendo una forma de recuperar aquellos objetos que significaron algo para nosotros en nuestra infancia o adolescencia y recuperar esos objetos se convierte en una satisfacción, es decir, adquirir el item en cuestión refuerza un sentimiento positivo (como comentaba Javier en su comentario).

Hasta ahí todo perfecto, pero siempre pasamos a la siguiente etapa, ya que no nos quedamos ahí, en la nostalgia, sino que en nuestro afán por atesorar y catalogar o estructurar nuestra colección, empezamos a coleccionar tematizando y donde creemos que estamos acotando, lo que hacemos es quizá obsesionarnos.

El cartón y el PAL España, nuestros peores enemigos

Un ejemplo, empezamos recuperando un par de videojuegos de nuestra adolescencia, un videojuego de tipo RPG de Super Nintendo. De ahí, es muy fácil pasar a intentar coleccionar todos los RPG´s que caigan en nuestras manos. En el caso de querer hacerlo en super Nintendo (por decir un sistema caro), probablemente lo queramos hacer en formato Pal España y además en un estado, al menos, bueno.

Es aquí donde yo veo el problema, intentar cubrir la necesidad de no tener algo, se convierte en un sentimiento negativo que hace que no disfrutemos de la misma forma de nuestro hobby.

Además, la frustración que conlleva ver ciertos precios, que hacen inalcanzable el objetivo de “cerrar” nuestra colección, puede ser un detonante para darnos cuenta que vamos por el mal camino.

Aunque como digo, creo que es inevitable pasar por esa fase e incluso diría que necesaria para aprender y adaptarnos a nuestras posibilidades.

Compartir nuestra afición y superar la envidia cochina

Es bueno por otro lado, como también me ponían en el comentario, compartir este viaje con otros compañeros y justo daba la casualidad de que estaba metido en un gran grupo de Telegram del canal PCBIGBOXRETRO, con gente que comparte esta tara… digo esta afición…

¿Qué conseguimos con esto? Tener envidia cochina… no en serio, al final lo que conseguimos es deleitarnos con las colecciones de otros y valorar también la nuestra, que seguro tanto nos ha costado conseguir.

¿Tener dinero infinito sería la solución?

En alguna ocasión, uno fantasea con tener mucho dinero y entre muchos caprichos, viene a nuestra mente el tema de adquirir ciertos videojuegos imposibles. No digo que de esta forma no sea satisfactorio, pero si tuviéramos dinero infinito, no sé si tendría algún mérito tener todos los videojuegos del mundo en estado perfecto… al final, creo que no disfrutaríamos (o sufriríamos) ese viaje que antes comentaba. Y creo firmemente que, en general, con unas buenas pautas, es un viaje increíblemente satisfactorio.

Ser rico y comprar videojuegos, nos serviría para tener un buen museo, pero no sé si para mucho más.

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