Si lanzo la pregunta al aire de si te consideras esclavo/a de la inmediatez, probablemente tu respuesta será que no, pero lanzo unas cuantas preguntas al aire ¿Cuánto hace que no ves una película que ya hubieras visto antes? Esta pregunta se puede aplicar también a cómics o libros releídos. ¿Cuántos videojuegos tienes comprados sin haberlos jugado? ¿Cuántos de ellos los has rejugado después de algún tiempo? ¿Has comprado juegos de mesa o cualquier otro producto en preventa antes de haber recibido incluso preventas anteriores? Cuándo veis un vídeo en YouTube ¿Leéis la descripción?
Seguro que con alguna de estas preguntas te has sentido identificado/a y seguro que en algún momento has sentido saturación o agobio por la cantidad de productos que salen y no poder llegar a todo. Esto último puede ser signo de algún problema más profundo, pero si te das cuenta y lo sabes gestionar, vas por el buen camino.

Redes sociales ¿hacía dónde van?
Voy a empezar hablando de las redes sociales, esas increíbles herramientas que no siempre se usan de la forma más adecuada. En este caso de las redes sociales, la inmediatez es la clave del éxito (o eso parece). Si sale un tráiler de una película importante, tienen visitas los que lo emiten en directo o minutos después de salir, casi sin digerirlo. Si sale una película y se puede comentar en un prestreno, días antes del estreno y a la salida del cine, sin siquiera pensar mucho en ella, mejor que mejor. Y no critico a los creadores de contenido que hacen esto (yo mismo lo he hecho alguna vez y lo seguiré haciendo) y tampoco a los que consumen este tipo de contenido, ni mucho menos, pero quiero que reflexionemos sobre todo esto.

¡Deslizar y a por el siguiente vídeo!
Y ya no sólo en este sentido de las publicaciones, las redes sociales están evolucionando a un consumo rápido también en su visionado. Existen los shorts, reels, tik toks, que sólo precisan de un gesto de deslizamiento vertical para pasar al siguiente vídeo.
Constantemente me dicen que la forma de llegar a algo en YouTube es crear este tipo de contenido y no tantos vídeos “largos”… pero me niego, prefiero que me vean 30 personas y escuchen lo que digo, a que me escuchen 3.000 de pasada, sin prestar tanta atención. Y ojo, hago este tipo de contenido para atraer a nuevo público, pero el objetivo principal son los vídeos “largos”. Aunque muchas veces, viendo la retención de éstos, se te quitan las ganas de seguir haciéndolos, pero eso ya es otro tema.
Siempre me dicen que la generación actual necesita vídeos con muchos estímulos para constantemente llamar la atención y esto yo lo veo desde un punto de vista negativo, porque cuando esas personas estén en un trabajo, atendiendo a una reunión importante, el ponente tendrá que gritar y hacer aspavientos con luces de led en cada dedo para que le presten atención… una pena si esto tiene que ser así.

¿Los vídeo de YouTube tienen descripciones?
Al principio comentaba en las preguntas, si habíais leído alguna vez, recientemente, la descripción de un vídeo de YouTube, seguro que no. No siempre se pone un contenido dedicado al SEO, en ocasiones, los creadores comparten algún tipo de reflexión adicional al vídeo y eso por desgracia, también cae en el olvido.
Blogs y Podcast ¿formatos de otra época?
Si nos centramos en otros ámbitos, como por ejemplo esta misma web o nuestro podcast, creo que pueden caer en el olvido. Primero la web en sí y con todo este texto que ya llevo escrito, muchos pensarán al ver tantas letras juntas y sin dibujitos: ”menudo rollo me están pegando” y en cuanto al podcast, creo que es algo para los más cafeteros. Bueno, siempre hay quién te dice, que el contenido se puede poner a 1,5x o 2x… en fin, sin comentarios.

Novedades, novedades y más novedades
Otro punto de vista, que suelo tomar como ejemplo, es el de los juegos de mesa y también desde varios puntos de vista.
Primero desde el punto de vista de las compras: Kickstarter. He oído miles de veces, que la gente compra en preventa de esta forma y se acumulan toneladas de juegos sin jugar o incluso algunos a los que sólo pueden echarles un par de partidas. Vivimos en la inmediatez de probar todo al momento de salir y se acumulan tantas novedades, que no nos paramos a disfrutar de un juego, cuando ya se está pensando en el siguiente.
La verdad es que este último punto, puede aplicarse al coleccionismo en general, pero al coleccionismo dentro del ámbito de las novedades.

Pero también, si lo miramos desde el punto de vista de un consumidor random, los juegos parece que están evolucionando (no todos), a juegos de mecánica simple con reglas sencillas y un despliegue rápido en mesa.
Hace no mucho, vi un vídeo del canal de juegos de mesa La Mazmorra de Pacheco, dónde justo hablaban de este punto y decían algo con mucha coherencia. Venían a decir, que si una persona viene de deslizar con el dedo y “ver” 85 vídeos en 2 minutos en Tik Tok, no le sientes a intentar entender un juego con profundidad y que requiera mucha atención, porque si se lo intentas explicar, corres el riesgo de que te deslice hacía arriba.
¿Es el futuro que nos espera?
En general, y como resumen, creo que no terminamos de saborear un producto cuando ya estamos con la vista puesta en el siguiente. Rejugar, hacer un segundo visionado de algo o releer cualquier contenido, es impensable hoy en día, pero por lo menos, creo que es interesante tenerlo en mente y sobre todo ser conscientes de ello.
En mi caso personal, he caído en todos los puntos anteriormente comentados, pero creo que de alguna forma, he conseguido escapar de algunos aspectos y este artículo es una prueba de ello, porque sí, haré un vídeo sobre el tema y eso me dará una forma de expresión diferente, más inmediata, pero tomaré de base esta entrada, la cuál he redactado con toda la calma del mundo, sin prisas.
Así que termino con la misma pregunta que hacía al principio ¿Te consideras esclavo/a de la inmediatez?
¡Propicios días!