Es un tema recurrente, un tema cansino incluso y más cuando, por desgracia, hay algún suceso trágico, donde interviene la violencia y un menor de edad… Y si por alguna razón, alguien comenta que el menor (o la menor), jugaba mucho a videojuegos, tenemos la polémica servida y el salseo.
Lo primero que dejaré claro es que soy padre de 3 hijos y eso no me da experiencia en nada, sólo lecciones aprendidas. También diré, que habitualmente soy un padre que le gusta «tirarse al suelo» a jugar con sus hijos. Me gustan los videojuegos, pero tampoco le dedico una locura de tiempo y priorizo siempre estar con ellos a jugar a cualquier cosa individualmente.

Pienso de verdad, que los videojuegos son buenos, que potencian muchas cualidades y destrezas que quizá de otra forma, no saldrían a la luz. Pero creo que a la hora de gestionárselos, hay que tener algo de cabeza por parte de los padres y creo que ahí está el problema, que algunos no tienen seso.
Hace un tiempo, no diré nombres, me comentaron que un niño de 7 años jugaba a GTA, sólo para conducir y andar por la calle, pero que de vez en cuando, si veía a una prost, que en el juego salen ligeras de ropa, pues el niño preguntaba. O miles de ejemplos de niños muy pequeños jugando a Fornite u otros juegos. A ver, nosotros, ochenteros y noventeros, seguro que jugamos a Doom u otros, a edades que no debíamos y no todos hemos salido mal, pero estoy de acuerdo, mucho de hecho, con respetar las edades de los juegos, para algo están. Aunque ojo, no siempre es sólo por el tema de violencia, a veces es que simplemente no tiene sentido porque no comprenderían la trama ni los controles del juego.
¿NOS «LIBRAMOS» DE LOS NIÑOS CON LOS VIDEOJUEGOS?
El problema está en que usamos el videojuego, ya sea en tablet, móvil o consola, para quitarnos de encima a los niños un rato, pero hay veces que ese rato se convierte en mucho tiempo y eso no es.

Yo uso los videojuegos como algo, no sólo educativo (vaya rollo que sólo sean juegos de sumar :P), sino para tener un rato compartido con ellos. Me siento a jugar con ellos, busco juegos cooperativos, juegos sencillos y si no lo son tanto, los ayudo mucho (a veces acabo jugando más que ellos XD), pero no me voy de la sala habitualmente. Hay veces que por x razones no juego al mismo juego que ellos, vale, pero estoy en la misma sala viendo lo que hacen, cómo reaccionan, qué necesitan, etc. Cómo todo, hablo en general, somos humanos y hay veces que les dejo un poco a su aire, pero ya me entendéis.
Al final, es otro momento más que comparto con ellos, al igual que cuando jugamos a juegos de mesa.
LA RAÍZ DEL PROBLEMA ES MÁS PROFUNDA
La gente que asocia los problemas que tienen los niños a los videojuegos, pueden tener razón en un 1%, no digo que una familia no lo haga todo relativamente bien y su hijo o hija, tenga problemas de adicción a los videojuegos o algún comportamiento relacionado con ellos, pero normalmente siempre hay algún problema más de fondo, pero es más fácil echarle la culpa a los videojuegos.

El tema de la adicción por ejemplo, es un gran problema y yo no soy psicólogo ni nada por el estilo, pero una vez que se entra ahí, es complicado salir. Cerca de mí, en mi barrio, hay reuniones entre padres y sus hijos para solucionar este tipo de problemas y es algo muy duro.
También soy consciente de que los problemas vienen a partir de ahora, me refiero a mi caso, cuando mis hijos crezcan un poco más y sus amigos jueguen a Resident Evil con 9 años y él quiera también, pero ahí tenemos que ser firmes, no es lo mismo jugar a ciertos videojuegos de 8-16 bits, que se ven más como videojuegos lejos de la realidad, que jugar a los videojuegos de ahora que parecen casi reales. Por lo que todo a su debida edad.
Este artículo es un poco para contar mi experiencia personal, sólo dos de mis hijos juegan (el otro es muy pequeño), y el mayor, de 7 años, puede quizá jugar 2 horas a la semana y a veces ni eso, no me lo pide, se le olvida y el de 4 años, pues quizá puede jugar 15-20 minutos en toda una semana.
Parece poco tiempo, pero hay que tener en cuenta todo el tiempo que también pasan viendo TV y viendo según qué cosas, pero la culpa es de los videojuegos.
En televisión y en nuestro alrededor, hemos oído que en colegios, los niños jugaban y hablaban de El Juego del Calamar, pero la culpa es de los videojuegos.

Se les deja una tablet o móvil para que jueguen durante el tiempo que hacemos nuestras tareas y no estamos con ellos, pero la culpa es de los videojuegos.
En el colegio de mi hijo (de 7 años), algunos compañeros juegan a Cthulhu (una entidad cósmica asociada siempre al terror) y vale, seguro que no tienen todo el detalle, pero bueno ya sabéis, la culpa es de los videojuegos.
Repetid conmigo: «La culpa siempre es de los videojuegos», pero nunca es nuestra culpa…