La noche de los castillos fue un concurso de televisión que fue emitido, aquí en España, en Televisión Española en la década de los 90.
Cada programa transcurría en un castillo diferente de España y 3 equipos realizaban una serie de pruebas para intentar liberar a una princesa que era secuestrada por un malvado brujo. Un argumento muy de videojuegos como Super Mario Bros…Y es que era eso, una mezcla de juego de mesa, juego de rol y videojuego en vivo.

La noche de los castillos fracasó a nivel de audiencia
No triunfó, en cuanto a audiencia, porque poco a poco fue perdiendo interés y de estar en el horario prime time, pasó a horarios más intempestivos y acabó siendo cancelado.
Y es una pena porque estaban previstos unos 27 programas, de los cuáles sólo se llegaron a realizar 15.
Quizá la combinación de pérdida de audiencia con el elevado coste hicieron que este programa acabase cancelado, pero es curioso, que con esos pocos episodios, se convirtió en un programa de televisión memorable y que pasó, al menos para mí, a mi historia personal.
Un argumento de videojuego de los 80 y 90
El objetivo como bien decía, era llevar ante el rey (interpretado por Anthony Quinn), a su hija, la princesa, que había sido secuestrada por un malvado brujo llamado Torque.
El rescate constaba de 3 fases.
Fase 1
Una primera fase dónde, con un todoterreno, estos 3 equipos tenían que superar una serie de pruebas hasta llegar al castillo. Tenían un límite de velocidad establecido y unas normas que no podían saltarse. Había bifurcaciones y muchas pruebas en forma de bloqueos en la carretera que ralentizaban la marcha.
El premio por ganar era la posibilidad de entrar al castillo. Los otros dos equipos, tendrían que esperar hasta la tercera fase donde volverían a tener protagonismo.

Fase 2
Como decía, el equipo que había ganado la prueba anterior, tenía la posibilidad de entrar al castillo y liberar a la princesa. El objetivo, mediante la historia que iba sucediendo en el castillo y por medio de la ambientación y los actores y actrices, era conseguir una cantidad concreta de oro que serviría para ser fundido y así crear la llave que liberaría a la princesa de su celda.
Durante toda esta fase, se sucedían momentos en los que el brujo aparecía para hacer más complicada la misión, aunque también se recibían ayudas por parte del rey en forma de pistas.
Pero claro, no podían estar todo el tiempo que quisieran en esta fase, había tiempo y en cierto momento, debían fundir el oro conseguido e intentar darse prisa en encontrar a la princesa antes de que el brujo acabase con su vida.
En este punto había dos posibilidades, conseguir fundir el oro suficiente para crear la llave y rescatar a la princesa (escapando además del castillo), hecho que además activaría la fase 3 o que no consiguieran rescatarla, algo que haría finalizar el programa.

Fase 3
Si había éxito, los concursantes deberían llevar a la princesa ante el rey y debían hacerlo en una torre. Esta torre tenía cuatro niveles y los equipos se colocaban en el orden de llegada que habían tenido en la carrera. Los ganadores, comenzarían en el nivel 1, los segundos en la carrera, en el nivel 2 y los últimos en el nivel 3. En el cuarto nivel de la torre, estaría el final de la misión, lugar donde tendrían que llevar a la princesa.
Un programa de televisión de culto
El problema de este programa de televisión, es que quizá el público objetivo al que iba dirigido no estaba preparado para esto. Sin que suene mal, pero este contenido para un friki de hoy en día era perfecto, pero quizá para mis padres no, se les hacía bola. También puede ser, que al necesitar un presupuesto casi de película y con la baja audiencia que tuvo, no se podía sostener de ninguna forma.
En cuanto a ese punto de ser «casi de película», lo digo por el despliegue de medios, cámaras, helicópteros, actores y actrices, efectos, la variedad de pruebas, el lugar de emisión en sí, el castillo … y con una duración de programa… de película, 1 hora y media ¿un proyecto demasiado ambicioso?

No todo era positivo
Quizá era un poco anticlimático que el presentador apareciera en medio del castillo, pero es lo que había y que los concursantes no fueran con un atuendo más acorde a la situación, al menos al entrar en el castillo.
No ha envejecido tan mal como quizá podría haber imaginado, quizá algunas conversaciones o el hecho de que haya que salvar a la damisela en apuros, no es algo acorde a los tiempos que corren, pero recordad, hablamos de mediados de los 90, casi 30 años han pasado ya…

Pero comentaba en el título, que naufragó o que fracasó y aun así, a nivel nostalgia, fue un éxito que caló a unos cuantos y que a día de hoy, si hablásemos de cine, se catalogaría de programa de culto.
Saludos Invasores